No es un logo, no es un dibujo ni unos colores o un nombre… es mucho más grande que eso. Una marca se basa principalmente en estos tres pilares fundamentales:

- Las promesas que le hace a sus clientes y el cumplimiento de estas.
- Los puntos de contacto alrededor de ellos.
- Lo que tus clientes dicen que es.
Una marca debe hacer una promesa fuerte y concreta al público objetivo. Debe con ello comunicar ¿Quién es? ¿Qué es? ¿Qué ofrece? y ¿Por qué?.
Lo que ofrece va más allá del producto, como lo puede ser el sentimiento de pertenencia. Esta promesa implícita debe ser cumplida siempre, ya que de lo contrario, provoca un sentimiento de engaño en el consumidor que es lo peor que puede hacer una marca porque la puede llevar inclusive al fracaso.
Los puntos de contacto son todos los espacios físicos o virtuales en los que el público objetivo y los clientes se relacionan con la marca. Estos pueden ser Instagram, WhatsApp, el sitio web, el local, un evento o el local de un distribuidor entre otros. Es muy importante mantener estos espacios lo mejor acondicionados posibles en relación a lo que proyecta la marca ya que el entorno en donde está la persona afecta la percepción de esta sobre las cosas.
Y lo más importante a tener en cuenta, es que nosotros podemos decir que nuestra marca representa muchas cosas y que es sinónimo de confianza, garantía, etc. pero lo que realmente vale y lo que la comunidad a la que apuntamos le importa es lo que nuestros clientes dicen que es. Por esto es que una marca no es lo que esta misma dice que es, sino que es, lo que los clientes dicen de esta.